La isla presenta gran cantidad de cavidades y orificios de distinto tamaño en todo su paisaje, especialmente en gran parte de su litoral, plagado de pequeñas cavidades perfectas para usar como parapeto al sol. Algunas también han sido usadas durante años como viviendas por los hippies. Sin embargo, si te interesa conocer más a fondo el mundo subterráneo de Ibiza podemos recomendarte las cuevas más notables para visitar en Ibiza.
Cueva de Can Marçà
Al norte de la isla, en unos acantilados cercanos a San Miguel se encuentra esta atracción turística que abre todo el año. La cueva data de hace más de 100.000 años y fue originada por fallas telúricas. Su entrada está situada junto a un mirador con preciosas vistas al mar y cuenta con un agradable bar con terraza. Los visitantes pueden hacer un recorrido de unos 40 minutos pasando por cascadas, arroyuelos, pequeños lagos y a través de estalactitas y estalagmitas para terminar la visita con un pequeño espectáculo de luces y sonido. En verano hay visitas guiadas cada media hora en varios idiomas que te permitirán conocer más a fondo este antiguo refugio para contrabandistas. La entrada cuesta 9 euros para adultos y 5 euros para niños. Dada su particular ubicación es también muy recomendable dar un paseo por los acantilados cercanos.
Web: Cueva de Can Marçà
Teléfono de contacto: +34 971 334 776
Cueva de Santa Inés
En la carretera de San Antonio a Santa Inés, cerca del aparcamiento del restaurante Sa Capella se encuentra la Capilla subterránea de Santa Inés o Cueva de Santa Inés, considerada la iglesia más antigua de Ibiza. La gruta es un santuario cuyo origen se explica a través de diversas leyendas. Algunos historiadores sostienen que ya en los siglos III y IV se usaba como lugar de culto cristiano y, posteriormente, también árabe. A principios del siglo XIX dejó de usarse ante el peligro de derrumbes y cayó en el olvido hasta que fue redescubierta en 1907 y restaurada ya en 1981. La cueva es de propiedad privada y en estos momentos no está abierta al público. Junto a ella se encuentra la ermita de Santa Inés, un templo que nunca fue consagrado y que ahora es el curioso restaurante Sa Capella.
Web: Cueva de Santa Inés
Cueva Na Coloms o Cueva de la luz
Esta espectacular cueva submarina está situada en la zona noroeste de la isla. Es una cueva de difícil acceso, tanto por tierra como por mar, ya que para llegar hay que recorrer un camino no señalizado de casi dos horas a través de bosque y acantilados. Lo mejor para evitar problemas es contratar un guía para llegar caminando u organizar una excursión de buceo. Su nombre hace alusión a la bellísima estampa que ofrecen los rayos del sol penetrando desde el mar a través de la galería acuática hasta el interior de la cueva. Hay que tener en cuenta que, al tener forma de copa invertida, una vez dentro la única forma de salir es buceando a través de la galería que la inunda de agua permanentemente. Esto hace que sea muy recomendable tener experiencia buceando y contar con guías.
Cueva des Culleram
Se encuentra situada en la carretera entre San Juan y Cala San Vicente, a 150 metros sobre el mar. En época púnica esta cueva fue un santuario dedicado a Tanit, diosa cartaginesa de la fertilidad y la fortuna y una de las deidades ibicencas más famosas e importantes. A día de hoy muchos visitantes todavía siguen dejando ofrendas o flores a la diosa Tanit. El santuario fue descubierto en 1907 y en él se hallaron también muchos restos prehistóricos de la Edad del Bronce. Hoy día es propiedad del Consell de Ibiza. Puede visitarse desde abril hasta octubre y de martes a domingo por las mañanas en horario de 10 a 14 horas. La entrada es gratuita.
Web: Cueva des Culleram